Ficha de Tatsumiya Daisuke

Nombre: Tatsumiya Daisuke, Dai-san para sus hombres, Dai-kun para sus allegados.

Sexo: Hombre.

Estatura: 2'10m.

Edad: 560 años reales, 30 aparentes.

Día y mes de nacimiento: 1 de Junio.

Escuadrón y Rango: Capitán del Undécimo Escuadrón.

Aspecto: es un hombre corpulento, curtido en mil batallas. Su aspecto es hosco y está lleno de cicatrices, entre eso y su gran altura normalmente la gente se asusta de él. Es rubio y de piel morena, de complexión fuerte y musculosa, y unos ojos fieros que intimidan a primera vista, pero en los que se aprecia seguridad y calidez si uno se para a mirarlos con detenimiento.

Carácter: es un tipo dicharachero y jovial. Disfruta tanto de las batallas como de irse de juerga con los amigos. De hecho, si puede hacer ambas cosas, es el plan perfecto para él. Consciente del rechazo que genera por su aspecto, solía ser bastante reservado en los temas importantes, pero ésto cambió cuando conoció a Madoka y se decidió a cuidar de ella. Considera que es lo mejor de su vida y daría lo que fuera por ella.

Perfil Psicológico: su rasgo clave es la resiliencia: mira de cara a los problemas y se enfrenta a ellos sin dudarlo. Es fiero en la batalla y un juerguista para todo lo demás. siempre tiene palabras de ánimo para todos. A pesar de su aparente despreocupación por todo, es buen observador, y si cree que alguien necesita que le digan un par de cosas bien dichas, lo hará sin tapujos ni miramientos.

Curiosidades: el tipo es un goloso sin remedio y, siempre que tiene ocasión, le roba un trozo de tarta a Madoka sin que ella se dé cuenta. Se podría decir que es sobornable con comida, aunque no llega a perder el norte por ello tampoco.

Imagen del Personaje:

Zampakutou: Hakai no Sharin (Rueda de Destrucción).


Elemento de la Zampakutou: viento.

Espíritu de la Zampakutou: es una chiquilla pelirroja con orejas y cola de gato. Puede parecer adorable, pero es un trasto que siempre se está metiendo donde no le llaman, se materializa cuando le da la gana y más de una vez se ha ido de juerga con Daisuke.


Mundo Interno: es una jungla llena de árboles, montañas, ríos,... Es un lugar muy luminoso y apacible, perfecto para entrenarse en diversos ambientes.


Comando de Liberación de Shikai: Nageru, Hakai no Sharin (Lanza, Rueda de Destrucción).

Habilidades del Shikai:

Técnica 1: Buki (Arma): esta técnica es la forma base del shikai. La zanpakutou se convierte en dos ruedas de viento de unos 2m de diámetro, las cuales Daisuke puede sujetar por su centro para golpear cuerpo a cuerpo, o bien puede lanzar a su enemigo. En este último caso, la rueda siempre vuelve a él, como si se tratara de un bumerán. El filo de cada rueda está hecho por una corriente de viento muy fina que gira a toda velocidad, lo que al contacto es como una sierra radial.

Técnica 2: Tate (Escudo): la forma defensiva del shikai: cada rueda tiene la capacidad de parar ataques, aprovechando su giro interno para potenciar su defensa. Al ser ruedas independientes, una puede utilizarse como arma y la otra como escudo, a elección de Daisuke.

Técnica 3: Toriatsukau (Manipular): la manipulación permite a Daisuke controlar su arma aunque no la tenga en las manos, puede dirigirla y manipularla (como arma o como escudo) para atacar a un enemigo lejano o proteger a un aliado a distancia.

Imagen del Shikai: son dos ruedas de viento, de la misma forma que la guardia de la espada, de unos 2m de diámetro. Se pueden manejar de forma absolutamente independiente la una de la otra.

Comando de Liberación del Bankai: Bankai, Hagami no Kaze (Liberación prohibida, Viendo de Destrucción Divina)

Bankai:

Técnica 1: Hyakuban Sharin (Cien Ruedas): esta técnica es la forma base del bankai. Cien ruedas se materializan alrededor de Daisuke, las cuales pueden utilizar individualmente o en grupo las habilidades del shikai, a voluntad del shinigami, y moverse en cualquier dirección, pudiendo crear corrientes que manipulen el viento de la zona a conveniencia de la batalla.

Técnica 2: Shuuchuu (Concentración): esta técnica es la forma final del bankai y la favorita de Daisuke. Toda la energía de las cien ruedas se condensa alrededor de sus puños, otorgándole una fuerza cuerpo a cuerpo descomunal capaz de derribar un edificio de un sólo golpe. El aura aérea se puede pasar de una mano a una pierna a conveniencia, siempre teniendo dos puntos claros de ataque (o ambos puños, o un puño y una pierna, o ambas piernas).

Imagen del Bankai: alrededor de Daisuke se materializan cien ruedas de viento girando con un sonido de viento amenazador, similar a cuando se acerca un huracán.

Historia: Daisuke se estaba tomando algo como todas las noches en uno de los bares del distrito 78 de la zona oeste del Rukongai y se volvió a liar de nuevo en el bar. A saber qué había sido aquella vez, el caso es que un tío salió volando contra él, y le paró con una sola mano. Cogiéndolo del pescuezo se acercó al grupo que se estaban peleando.

- Creo que esto es vuestro - dijo y lo dejó caer en el suelo -. Y ahora largáos de aquí, antes de que me dé por pegar a mí también.

El resto se miraron, le miraron de nuevo, cogieron a su compañero y huyeron. Poco a poco el resto del bar se vació también.

- Siento haberte vaciado el local - dijo al barman, quien tampoco tuvo nada que objetar oculto tras la barra.

Con un suspiro Daisuke dejó el dinero de la consumición en la barra y también se fue. Según caminaba para casa vio a la gente escondiéndose en cuanto le veían. Madres que hacían a los niños entrar en casa, hombres que desaparecían por el primer callejón... Era un barrio malo y la gente temía por su seguridad, pero tampoco es que él le hubiera puesto la mano encima a nadie sin provocación previa. "Esto es un coñazo" pensó ya en casa. Se pasaba los días sólo, entrenándose porque no tenía otra cosa mejor que hacer. De vez en cuando participaba en combates para ganar algo de dinero y paliar el hambre cada vez más creciente que sentía. "Pero todo son negocios, ojalá tuviera a alguien con quien hablar alguna vez" pensó aburrido como una ostra.

Pero aquella noche sería diferente, un estruendo sacudió las afueras de la ciudad. Como no tenía sueño, decidió acercarse a investigar. Se encontró con una horda de hollows que habían aparecido por ahí y estaban atacando a los lugareños. Pronto había llegado una patrulla de shinigamis, pero eran inferiores en número y algunos hollows estaban escapando hacia el pueblo, causando estragos. Un niño salió corriendo pasando junto a él y, en cuanto el hollow llegó hasta su altura, se comió un puñetazo certero que lo dejó sin respiración, el primero de una paliza que Daisuke le daría hasta que el bicho colapsó y se desintegró como aquellos otros que iban siendo cortados por los shinigamis. Ni corto ni perezoso, Daisuke fue a por el siguiente, y el otro y el otro, estaba descargando toda su frustración y se lo estaba pasando en grande.

- ¡Vamos! ¿Quién es el siguiente? - y entonces una mole se dispuso a atacarle.

Sin duda, con su nivel de entonces, aquel bicho hubiera podido matarle, pero pronto un shinigami interpuso su espada y se dispuso a pelear codo con codo con él.

- Joder, los tienes bien puestos para ir a pegarte con esa cosa - dijo el otro divertido.

- Naa, es que me aburría en casa y me dije, qué demonios, vamos a patearle el culo a unos cuantos bichos de éstos - contestó Daisuke -. Seguro que luego duermo como un bebé.

El otro estalló en carcajadas, su risa era atemorizante pero a Daisuke empezaba a caerle bien. No le conocía de nada y ya se sincronizaban bien en combate. Un par de golpes más, Daisuke atrajo su atención, golpeó y creó la apertura para que el shinigami le diera el golpe de gracia. Cuando el hollow desapareció se dieron cuenta que ya no quedaba ninguno más y el resto de shinigamis se iban agrupando a su alrededor.

- Buen trabajo tío, me has caído bien - dijo tendiéndole la mano a Daisuke.

- Lo mismo digo, me lo he pasado en grande - contestó Daisuke estrechándosela.

- Pues si te va ésto, deberías hacerte shinigami - replicó -. La undécima división está llena de gente maja - a lo que el resto de shinigamis vitorearon dando su aprobación -. Y yo creo que habría un sitio para tí. Piénsalo y si eso ya nos veremos por ahí...

Daisuke se despidió y apenas durmió esa noche. Aquellos tíos con los que se había cruzado cada uno tenía un aspecto más fiero que el anterior, pero se veía que eran un equipo y buenos camaradas. Aquello sin duda era lo que él quería. Antes de que saliera el sol, ya estaba de camino al seretei buscando la academia de shinigamis.